Lo más consternante de las protestas anti-israelíes de estos días es que no van a tener el menor efecto en el conflicto de Gaza: ni van a detener la guerra, ni van a aliviar el sufrimiento de las víctimas civiles, ni van a darles a los palestinos (¿a cuáles?) un Estado, ni nada de nada. Bueno, rectifico: lo más consternante no es esto, sino que quienes han promovido esta ola son perfectamente conscientes de ello y les da igual, porque lo que buscan no es influir en un conflicto lejano, sino encender un conflicto doméstico. Y vuelvo a rectificar: siendo todo eso consternante, lo es aún más que ese conflicto doméstico no va a incomodar lo más mínimo al poder, sino al revés, lo va a reforzar porque ese es exactamente su propósito, y todo ello sería imposible sin la participación activa de esa recua de violentos gaznápiros que juega a hacer la revolución para alborozo de los que mandan.
Tenemos un Gobierno corrupto hasta la médula, unas cifras de empleo juvenil insoportables, un cierre brutal de expectativas vitales para millones de españoles, unos impuestos inasumibles, una vivienda inalcanzable, un apagón general como jamás se había visto, riadas asesinas, incendios devoradores, trenes que no funcionan, calles progresivamente sumergidas en cotas de inseguridad cada vez más alarmantes… Pero nada de todo eso ha provocado movilizaciones sociales de importancia.
https://gaceta.es/opinion/el-contrafuego-palestina-y-la-izquierda-mas-tonta-de-todos-los-tiempos-20250916-0016/
No hay comentarios:
Publicar un comentario