Así como hay quien denomina amor a lo que simplemente es sexo, hay políticos que denominan sesión de control al sainete que se produce en el Congreso y que repite el mismo argumento ad nauseam. Más o menos la cosa va así: la oposición formula preguntas a un gobierno que responde lo que le da la gana, aprovechando de paso para meterse con la derechona, los jueces fachas, los medios del fango y hacerse los chulitos de autos de choque. Aplausos, risas, abucheos, la presidenta de la Cámara practicando el tancredismo, total, un déjà vu aburridísimo. Con esta gente al frente del país, que no gobernando, es imposible hacer más. No pueden contestar con la verdad porque si la dijeran, cosa imposible dada su naturaleza mendaz, posiblemente acabarían en el cuartelillo. Se limitan a quedar bien delante del jefe, que de eso se trata. E insultar y faltarle el respeto a los diputados de la oposición que representan a millones de españoles. Digo bien, faltar el respeto, cosa en la que no ahorran palabras ni gestos. porque lo que no sea sanchismo es susceptible de ser acosado, denostado, perseguido encarnizadamente y ridiculizado.
Si lo fiamos todo a la UCO o a los jueces y fiscales honrados respetuosos de la ley, mal vamos. La comodidad de no sentirse concernido más que de refilón permite a los sátrapas campar a sus anchas y aunque existan periodistas de investigación que destapen a diario toneladas de porquería todo parece seguir igual. El estómago de los españoles se ha costumbrado a digerir su dosis diaria de heces y aquí paz y después gloria. Y así, poco a poco, se va diluyendo nuestro sistema. Recuerden lo que dijo el gran gurú de Pedro Sánchez, aquel ser nefasto llamado Largo Caballero: “No creemos en la democracia. Tampoco creemos en la libertad”. ¿Cómo se controla a esa gente? He ahí el dilema.
https://www.vozpopuli.com/opinion/sesion-de-descontrol.html
El trampantojo de un Constitucional en manos de golpistas, de un parlamento dirigido por una delincuente de mascarillas y un ejecutivo que ni tiene presupuestos ni mayoría para nada salvo para seguir comprando días a sus socios , también delincuentes, es delirante. El nombramiento del euskochorizo Urtuzar en telefónica después de berrear contra España sin parar es el cachondeo final. Talleyrand
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