La concatenación de tropelías, trolas y chanchullos del sanchismo ha provocado que se rebaje la capacidad del público de escandalizarse. Hemos asistido a tantas acciones inimaginables que una más… Los españoles se han ido acostumbrando a una frase corrosiva moralmente: «Da igual, al final nunca pasa nada…».
«Un día acabarán imputando al propio Sánchez y terminará esta pesadilla». Habrán escuchado esta frase en sus círculos de amigos. Pero ante el calibre del destrozo moral e institucional que hoy sufre España, creo que ni por esas. Un Sánchez imputado negaría la mayor, recurriría, perseguiría a los jueces, antepondría la legitimidad del Parlamento a la de la Justicia y en último caso, si lo condenasen, el fiel Cándido podría corregir el error desde el TC (que ya ha operado varias veces como tribunal de casación del Supremo al servicio de la correcta causa).
https://www.eldebate.com/opinion/20241126/filtrador-togado-anchas-tragaderas_247945.html
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