viernes, 14 de noviembre de 2025

Espera lo mejor, pero prepárate para lo peor.

Palabras,.


La degradación del Poder Judicial en ESPAÑA, mostrando cómo la corrupción y el servilismo ponen en riesgo sus cimientos, es un hecho. La imagen de un fiscal general sentado en el banquillo ilustra un colapso moral que no solo afecta a las instituciones, sino a todos los ciudadanos que confiamos en la igualdad ante la ley. Aun así, subsiste un hilo de esperanza: las “togas limpias”, la independencia de los magistrados del Supremo, representan la resistencia silenciosa pero firme de la justicia auténtica.


Como señalaba el maestro Aristóteles: “la justicia consiste en dar a cada uno lo que le corresponde”, esta verdad, simple y exigente, resuena con fuerza frente a la vorágine de intereses personales y maniobras políticas. La combinación de asuntos internos y presiones europeas demuestra que lo que está en juego trasciende fronteras: es la credibilidad misma de ESPAÑA como Estado de derecho. La democracia no es un regalo, es una disciplina ética, exige vigilancia y coraje, mientras haya jueces íntegros y ciudadanos conscientes, la justicia aún puede prevalecer, aunque el horizonte parezca oscuro, negro como la boca de un lobo.

No hay comentarios: