La política del pánico prudente.

Democracia de corral

Y funciona. Porque el Gobierno de nuestro amado líder ha conseguido algo que parecía imposible: que la gente tema más a la libertad que al control. Lo han hecho con paciencia, con pedagogía y con subvenciones. Nos han enseñado que vivir con miedo es vivir seguros. Y si no lo ves claro, te lo explican con una campaña, un spot y un millón de euros de presupuesto: “Cuidarse es obedecer”. Cuando una democracia no permite ni dudar del poder, deja de ser democracia. Es otra cosa. Una dictadura ecológica, feminista y sostenible, pero dictadura al fin y al cabo. De esas que te quitan derechos con cada proyecto de ley, mientras los anuncios televisados del Gobierno de España te dicen que te cuidan.

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