sábado, 15 de noviembre de 2025

Las dictaduras socialistas, marxistas, abundaron en el siglo XX y aún proliferan en todo el mundo. De hecho, la mayoría de países representados en la ONU son dictaduras, unas socialistas, muchas transformadas en narcoestados, otras autocracias, de origen socialista y, cómo no, teocracias islámicas. En la ONU toma asiento la mayor amenaza para la democracia liberal, el capitalismo, los derechos humanos, la civilización, como es el socialismo y el islam. Hoy no existen las llamadas dictaduras de derechas, militares ni hay Estados fascistas, o nacional-socialistas. Jamás hubo en el mundo una dictadura liberal. La libertad, el liberalismo, están ligados, como uña y carne, a la idea de democracia. No existe más democracia que la liberal, basada en la libertad de mercado, en el derecho a la propiedad privada, en la separación de poderes, en el imperio de la ley. La izquierda, el socialismo, son la antítesis de la idea de democracia liberal. El socialismo nunca aceptará el pluralismo ni la alternancia pacífica en el gobierno. La izquierda siempre recurre a la violencia para imponer su ideología. Si no hay Estado fascista, o el franquista, la izquierda lo inventa. Siempre el socialismo necesita un pretexto para el crimen, para la violencia.

Lucrecios 


https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2025-11-15/vuelve-franquismo-articulo-vilches/ 


 El socialismo necesita un enemigo para justificar su tendencia al totalitarismo. Entienden la política como conflicto entre dos bandos. Así nos va.Qué si no es la lucha de clases, idea base del marxismo, entre oprimidos y opresores, entre obreros, desposeídos de la propiedad de los medios de producción, y capitalistas. Esa dicotomía, ese maniqueísmo, de buenos y malos, de ricos y pobres, de raíz religiosa, choca frontalmente con la idea democrática de la libertad individual, del derecho a la propiedad privada en el que se han basado todas las civilizaciones dignas de este nombre. No hay manera de hacer real la teoría socialista, marxista, sin el empleo de la fuerza, de la violencia, puesto que lo contrario, la democracia liberal, llamada Estado burgués por la propaganda socialista, supone un obstáculo (a eliminar) para el logro del paraíso igualitario en la tierra. Sabemos a dónde coduce la práctica socialista, violenta. Lo que no se sabe muy bien es hacia dónde conduce la práctica intervencionista, socialdemócrata, socialista al fin, en el seno de las sociedades abiertas, democráticas, liberales. Y tan es así que hoy en España hay millones de votantes que no les importa la práctica intervencionista, colonizadora de las instituicones, del psicópata de la Moncloa. Han sido años de práctica antiliberal, socialdemócrata, que conduce, si no hay freno, a la dictadura.


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