Un gran amigo supone un regalo extraordinario. Es, como explicaba Cicerón en su tratado al respecto, una persona ante la que disfrutas del rarísimo privilegio de que puedes hablar de todo como si estuvieses contigo mismo.

Amigos de verdad existen pocos. Cuando enfilo el último tercio del camino no creo que tenga más de cinco. El resto son relaciones públicas

Pero lo normal es que los lazos familiares, cuando existen, se conviertan en un asidero seguro en todo tipo de circunstancias, felices y dolorosas.

https://www.eldebate.com/opinion/20250216/amigos-canitas-soledad_270704.html

Palabras

La amistad emerge como refugio y reconocimiento mutuo. el maestro Aristóteles distinguía tres tipos de amistad: la de utilidad, la de placer y la perfecta, que es “la de los hombres buenos y semejantes en virtud”. La auténtica amistad no es solo compañía, sino también sostén y confrontación, un espejo en el que la verdad se muestra con la crudeza necesaria para crecer.

Nietzsche, en su diagnóstico de una sociedad sin referentes absolutos, advertía sobre el peligro del nihilismo: “Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo”. Sin convicciones firmes, la existencia se convierte en un errar sin dirección, un naufragio en el mar de lo contingente.

En última instancia, la vida es un duelo entre el vacío y la plenitud, entre la renuncia y la lucha. Solo quien se atreve a enfrentarse consigo mismo podrá hallar, si no respuestas, al menos la dignidad de una búsqueda auténtica.

Solo alcanzo a intuir que la vida es un regalo -el gran regalo-, un río de misterio divino en el que nuestra efímera misión consiste, desde la eterna cresta del presente en el que nos hallamos “surfeando”, en conseguir servir ese don que hemos recibido de nuestros padres de la mejor manera a una siguiente generación para que el río continúe...

La infancia nos regala la pureza de una mente abierta, pero la vida, con su peso de hábitos y automatismos, nos va encerrando, paulatinamente, en la inconsciencia. Solo cuando despertamos a esta realidad podemos empezar a ser realmente libres, a actuar con intención y no por inercia.

En esa conquista de la conciencia de uno mismo, el amor se nos revela no como un mero sentimiento, sino como el flujo natural de la vida misma, que nos atraviesa y que, al recibirlo, nos exige darlo. En última instancia, la vida no se trata de acumular, sino de entregar amor.

Curiosamente, la ciencia está empezando a preguntarse si verdaderamente existe Dios, y por extraño que parezca, cada vez hay más voces entre ellos que lo afirman.

La ciencia tiene claro que la materia apenas forma un 0,00001% del átomo.

La inteligencia que hace que el corazón siga latiendo proviene del sistema nervioso autónomo, y ese sistema se encuentra en el cerebro. El cerebro está hecho de tejidos y esos tejidos a su vez de células.

Una célula está compuesta por infinidad de moléculas, y estas a su vez, de átomos.

Los átomos están compuesto por partículas subatómicas. Y esas partículas subatómicas están hechas de energía en un 99,99999%.

No hay vacío. Hay energía. Energía por qué no, divina.