Juan Maqueda
Cierto, ese es el espíritu de Davos. Crear un gran rebaño mundial. No es casualidad que Klaus Schwab tenga un busto de Lenin en su despacho.
José
Hola, buenos días, D. Juan. Su excelente comentario no sólo responde a una realidad palmaria que confluye en un proceso de ingeniería social tan sutil como liberticida al que quiere combatir Trump en su bifurcación : el “Estado profundo americano”, verdadero motor de esta “construcción social” y la UE como patrocinador en toda Europa de ese globalismo totalitario, amparado en cantidades ingentes de dinero que es utilizado para deprimir y esclavizar a los diferentes pueblos que conforman el orbe occidental.
También es imprescindible para escudriñar cualquier análisis de la situación geo-política a nivel planetario. Entristece comprobar como muchos articulistas, en un despiste monumental, yerran una y otra vez cuando intentan discernir y explicar la conducta del quídam Monclovita. Uno más en la deriva autocrática que sufrimos. Mero títere al igual que los vasallos que la conforman: Sánchez, Macrón, Scholz, Tusk, Von Der Leyen, Feijoo… de la plutocracia globalista. Tanto el Gobierno y la Oposición de la mayoría de partidos europeos son ambivalentes. Consustanciales a un CONSENSO corrupto y corruptor. ¡¡Qué decir de la dupla constituida por Sánchez y Feijoo!!
Desean el fin de las naciones europeas, desarraigar a sus pueblos, los esterilizan en una guerra implacable contra la natalidad. Mutilados en un multiculturalismo envilecedor, cercenando su historia, tradiciones y cultura. Europa sin niños, anticristiana, islamizada y enemiga de la familia natural.
Nombra a Klaus Schwab, Sí, “no tendrás nada y serás feliz”. Haremos todo lo posible para que no tengas ni patria, ni comunidad, ni familia , ni siquiera una casa; nada por lo que combatir. Serás un indigente, vaciado moralmente, desposeído del bien más preciado que la condición humana nos otorga: la libertad. Un “digno” súbdito al modo del siervo de la gleba medieval. Donde los “grandes señores” harán de ti un puro espantajo deshumanizado y sujeto a las riendas de un consumismo atroz.
Nuestro futuro se dirime entre patriotas y globalistas. ¡No hay más, ni menos!! Sería conveniente que los “medios desinformativos” no se vendiesen de manera tan obscena (USAID). Veremos que puede hacer Trump o Elon Musk.
Sólo una ingente labor didáctica y NO orientada a manipular conciencias, en ceguera voluntaria, nos podría salvar del derrumbe de la civilización europea. El conformismo y la autocomplacencia son tóxicos, preludio de extinción. Y Europa no se halla tan lejos. Se encuentra sometida a las precariedades y alienaciones del neoliberalismo, entretenida y sedada por su aparato cultural, mediático y consumista.
Palabras
En cuanto a la ilustre dupla: Sánchez y Feijóo, dos astros de la política contemporánea orbitando alrededor del mismo agujero negro llamado “consenso”, donde las diferencias son de matiz y las coincidencias, de fondo. Uno finge gobernar, el otro finge oponerse, y entre ambos regalan a la ciudadanía el espectáculo de una democracia de opereta, con gestos grandilocuentes y promesas de cartón piedra.
Sánchez, el virtuoso del ilusionismo político, capaz de hacer desaparecer principios, instituciones y hasta la vergüenza con un simple giro de muñeca. Feijóo, el eterno aspirante, maestro en el arte de nadar y guardar la ropa, con la firmeza de un flan y la determinación de una veleta en plena ventisca.
Juntos encarnan la gran tragicomedia del bipartidismo: enemigos en la tribuna, socios en los pasillos, perpetuando el espejismo de una alternancia que no altera nada. ¿Qué decir de ellos? Quizá que, al final, la verdadera diferencia entre uno y otro no es el rumbo, sino la velocidad con la que llevan a EXPAÑA precipicio.
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