Palabras
La historia está llena de líderes que, con la excusa de guiar al pueblo, han terminado sofocándolo. Al final, la eterna pregunta de rigor: ¿qué es más fácil educar a un pueblo para que vote con criterio y discernimiento o encontrar a un líder que, teniendo el poder absoluto, no se corrompa?.
Su diagnóstico es certero: una sociedad adormecida en la banalidad y la distracción difícilmente generará ciudadanos críticos. Pensar cansa, cuestionar molesta y enfrentarse al conformismo tiene un coste. Pero toda civilización que ha logrado levantarse de su ruina lo ha hecho porque hubo quienes no aceptaron el “es lo que hay”. Quizás no podamos cambiar el mundo de golpe, pero sí podemos rechazar la mediocridad en lo que nos rodea.
¿Tenemos lo que merecemos en EXPAÑA?, quizás, o quizás nos han hecho creer que no podemos aspirar a más………
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