De los escasos documentos obrantes en el sumario referentes a la destrucción de los trenes, contenidos todos ellos en un informe de Renfe sobre la valoración económica de los daños sufridos en sus trenes e instalaciones a causa del atentado, así como de las fotografías y noticias publicadas aquellos días en los medios de comunicación, se deduce que lo que quedaba de diez de los once coches que sufrieron las explosiones, es decir, de todos menos del único de Santa Eugenia, fue desguazado entre los días 15 y 25 de marzo de 2004.
De ese desguace, el único dato dado por Renfe, referido específicamente a las fechas en las que efectuó, estaba contenido en una providencia del juzgado de fecha 12 de junio de 2007, en la que se decía que "el desguace se efectuó entre los días 13 y 14 de marzo de 2004". Es decir, es el único dato y es falso. Hay numerosas pruebas gráficas y escritas de que ese desguace se efectuó entre los días 15 y 25 de marzo, cuando ya se conocían los resultados de las elecciones celebradas el domingo 14 de marzo y cuando estaban pendientes de realizar importantes periciales en esos trenes, periciales que finalmente hubo que realizar sin trenes y con los consiguientes errores.
Año y medio después de su descubrimiento, nueve años y medio después del atentado, los precintados últimos restos de un foco de explosión del 11-M, que teóricamente estaban custodiados y puestos a disposición del juzgado 6 de la Audiencia Nacional, fueron sustraídos en camiones junto con el propio cobertizo que los guardaba y otros elementos del propio taller. El autor de este artículo vio y conversó con dos policías nacionales que en los días del robo custodiaban la única puerta de salida del taller, por otra parte, según consta en el diario de sesiones del Ayuntamiento de Madrid, policías municipales colaboraron en el ordenamiento del tráfico a la salida de los camiones cargados, cuyos conductores eran identificados por los municipales, dejándolos luego machar libremente con el producto de su pillaje.
el 7 de febrero de 2012, tras la comparecencia del presidente de Renfe, Miguel Corsini, la Audiencia Provincial decretó algo increíble: el sobreseimiento libre de la causa por constituir la misma "cosa juzgada material", cuando era evidentísimo que nunca se habían juzgado los hechos objeto de la querella.
La propia Juez Cillán sufrió las consecuencias de su valentía, sufría ataques por todas partes, se abrieron contra ella expedientes disciplinarios por asuntos ajenos al 11-M, el 26 de marzo de 2013 fue suspendida cautelarmente, y el 11 octubre de 2013 fue inhabilitada por prevaricación en otro asunto. Finalmente acabó encerrada y aislada en la residencia psiquiátrica San Juan de Dios, en Palencia.
https://www.libertaddigital.com/opinion/2025-03-11/carlos-sanchez-de-roda-21-anos-del-11-m-las-trece-irregularidades-falsedades-y-presuntos-delitos-en-la-investigacion-7229046/
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