Es público y notorio que Sánchez no quiere abandonar La Moncloa ni convocar elecciones. No quiere el gobierno. Ansía el poder y una protección inmune a todo. Entiéndase el matiz, porque no es exactamente lo mismo el gobierno que el poder, y para eso se está valiendo de Rodríguez Zapatero, de todo su entramado de negocios -¿bitcoins por países achinados?- y de su concepto del revanchismo. Zapatero maneja a Sánchez a capricho para culminar ahora el desmontaje del sistema constitucional que España se dio en 1978 y que no pudo concluir en 2011, cuando los españoles lo echaron de La Moncloa a bofetadas hartos de brotes verdes, rotondas y carriles bici del Plan E, del recuento de nubes y de alianzas de civilizaciones grotescas. En eso están uno y otro. El poder, no el gobierno.
https://www.vozpopuli.com/opinion/ahora-junts-si-va-a-abandonar-a-sanchez.html
Los indicios de que se aproxima el final de la travesía se precipitan. Sánchez ha colocado a sus ministros más leales, aquellos que se autodefinieron como “perros de presa”, en las secretarías generales de las autonomías. Ha blindado a sus amigos en las instituciones, y al núcleo más próximo de Rodríguez Zapatero en la esfera de pingües negocios en empresas privadas tomadas al asalto porque, ya de paso, esto también va de forrar los bolsillos.
El problema es que hay demasiados partidos "dame argo" en la España Sanchista: el PNV ya totalmente transaccional sin ideologia ni valores (modo Santoña plus) , ERC aguantando el equilbrio inestable pero chupando poder y cargos para los suyos, Junts diluyendose y la izquierda se Sumar+Junts en guerra civil camino acelerado hacia la nada. Con esta gente mas que un gobierno se puede montar un circo masónico con domadores de leones de peluche y payasos de la alianza de civilizaciones pero no se puede gobernar un pais.
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