https://ideas.gaceta.es/11m-una-herida-abierta/
Los españoles, desde luego, renunciaron a profundizar en la verdad y a exigir responsabilidades, dos premisas fundamentales para la viabilidad de cualquier sistema democrático.
“Ya se sabe todo”, zanjó el presidente Zapatero en la Comisión de Investigación parlamentaria, meses después. Con él regresaron los socialistas al poder de modo inopinado, por mor de la convulsión social provocada por la masacre. Cándido Conde Pumpido, su nuevo Fiscal General del Estado, lo remachó después proclamando que la sentencia era “un triunfo rotundo del Estado de Derecho, que ha sabido dar al más grave atentado terrorista de nuestra historia una respuesta razonada en un tiempo razonable”.
La derecha podía justificar un vuelco electoral y la izquierda, proyectar una narrativa de transformación social de la que hoy, en 2025, vivimos su futuro.
los españoles, que auparon al poder al PSOE aquel fin de semana fatídico de marzo de 2004 al grito de queremos saber la verdad se conformaron, al final, con lo que le contaron.
“la introducción en la comisaría de Puente de Vallecas de una falsa bomba, carente de cadena de custodia, que nadie había visto antes en ningún tren y que aportó todos los elementos de la sentencia” es, por sí misma, lo suficientemente grave como para dudar de todo lo demás.como dijo una vez Gabriel Moris, que allí perdió un hijo, es lo peor de todo: que a los españoles, en realidad, les de igual que la explicación acerca de unas bombas que causaron la muerte de doscientas personas en la principal estación ferroviaria del país, a tres días de unas elecciones generales, esté basada en una serie de indicios dudosos en torno a los que se ha hilado una verdad que enmascara lóbregas sospechas que afectan a las principales instituciones del Estado.
Durante estos veinte años he visto cómo, a la vez que el español medio vivía cada vez peor, su entorno social se degeneraba al tiempo que se comprometía a los jóvenes en causas como el feminismo, la memoria histórica o el climatismo, cruzadas ideológicas y sentimentales que han dirigido políticamente al país mientras la economía se desplomaba y la corrupción lo tomaba todo por asalto. No me parece casual que el 11M fuera cerrado pronto y para siempre, pues al fin y al cabo era la clave de bóveda de todo un cambio de paradigma.
los trenes fueron limpiados por dentro entre el mismo 11 y 12 de marzo, en la misma estación de Atocha, y los mismos vagones fueron convertidos luego en chatarra a partir del día 15, sin que en el sumario de la causa conste información alguna sobre quién autorizó aquella destrucción de pruebas y sin que nadie haya explicado nunca qué pasó con los restos del interior del tren que explotó junto a la calle Téllez, el único del que se tiene constancia gráfica de su limpieza y referencias de que el material extraído acabó en un depósito de la Policía Científica.
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