viernes, 2 de mayo de 2025

 Voltaire.-Un tipo robó a una joven el dinero que acababa de sacar del cajero y exigió que vaciase la cuenta para entregárselo también. Pero al comprobar que el saldo era cero, devolvió lo robado.En la política nunca va a encontrar usted un comportamiento parecido. 

Palabras.-

A mi juicio, lo más revelador de la anécdota no es el acto delictivo, sino la lógica moral que subyace en él, el ladrón, al constatar que la víctima ya estaba vacía, decidió devolver lo robado, reconoció una frontera. En política, en cambio, esa frontera no existe. Ahí se saquea incluso al que no tiene, se hipoteca el futuro del que aún no ha nacido. Lo siniestro no es ya la corrupción, sino su institucionalización, su normalización.

Decía Montesquieu: “Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder frene al poder”. Pero, ¿qué ocurre cuando todos los poderes pactan entre sí para no frenarse nunca? Ninguna mayoría votará su propio final. Y por eso, como bien ha señalado, ningún político necesita el "kit de supervivencia”: el sistema ya se lo proporciona en forma de privilegios, aforamientos y una impunidad que no conoce crisis.

Mientras tanto, al ciudadano no le queda más que la resignación o la revuelta. Pero incluso para indignarse hace falta energía……. y a muchos ya se la han robado también.

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